Si hablamos de música africana, uno de los estilos musicales mas recientes es el Afro-Beat. Este tuvo como creador a un hombre rebelde, muy cuestionado, pero con un compromiso muy fuerte con la situación que vivía su país natal, Nigeria.
Fela Kuti fue un gran defensor de los derechos humanos en su país. Su arma principal eran sus letras, abundantes de contenido político, lo que lo llevo a clasificarse como un músico de protesta, con todo lo que esto significa en una Nigeria con un gobierno militar al mando.
Combatió por la igualdad de razas, fue miembro en Estados Unidos de "Las Panteras Negras", se postulo para presidente en Nigeria por el gobierno federal en dos oportunidades y formo su propio partido político llamado "Movimiento del Pueblo".
Utilizaba la música como su principal instrumento para promover estos propósitos. A el no le importaba vender discos, lo que realmente le interesaba era que sus cantos lograrán la igualdad entre las personas. A él le importaba dar un concierto no precisamente para llenar un escenario, sino más bien para sus discursos políticos se escucharan más fuerte.
El gobierno militar nigeriano, lo tuvo siempre como alguien muy perjudicial para ellos. Fue víctima de amenazas constantes y de varios intentos de asesinato.
En 1977 edita "Zombie", un álbum con un ataque directo a los soldados nigerianos, utilizando el término zombie para referirse metafóricamente a los métodos del ejército. El disco fue tan exitoso que el gobierno lanzó diversos ataques en contra de la banda, con redadas y ataques armados a la cooperativa Kalakuta Republic (fundada por el propio Fela) ; en uno de ellos 1.000 soldados atacaron la cooperativa y Kuti fue herido gravemente y su abuela de 82 años fue lanzada por una ventana, lo que le ocasionó la muerte. El estudio fue destruido totalmente y allí también desaparecieron cientos de grabaciones originales.
En 1989 lanzó el disco "Bestias sin nación" en el que atacó duramente a Margaret Tatcher, Ronald Reagan y al gobierno militar de Nigeria.
Hablando musicalmente, su afro-beat era arrebatador: un espeso potaje de funk, jazz y ritmos nigerianos, base para excitantes expediciones donde Fela tocaba teclados y saxos, aparte de cantar en pidgin, el inglés de la calle, o en yoruba, una de las lenguas nigerianas. En la música, no aceptaba compromisos. Ajeno a la idea occidental de la canción breve para la radio, editaba elepés con un tema por cada cara, que podían durar hasta 30 minutos. Cuando Motown quiso contratar sus servicios, se negó a considerar la idea de recortar su música. Típicamente, rechazó firmar con el potente sello estadounidense, tras consultar con un hechicero.
En 1990, con 77 discos editados, abandono los estudios. Los años que siguieron encontraron a un Fela muy debilitado por enfermedades y por los tantos golpes que había recibido en los 20 años de activismo político. Hasta que en 1997, fallece producto de un de un ataque al corazón causado por su infección con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana VIH.
Su legado permanecerá siempre actual y vigente, cada vez que haya una causa por defender, una injusticia que denunciar. Y para recordar que la música africana es algo mucho más complejo y profundo que los ejemplares decorativos que se encuentran en las secciones de “Música del mundo” de las disquerías.
Fuente:
Diario El País, Madrid
FronteraMusical.com.ar
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