Soy tu hombre y muchos más
Acerca de I’M YOUR MAN. BIOGRAFÍA DE LEONARD COHEN
Por Hernán Carbonel
Hay un hombre al borde de los 80 años. Hace mucho tiempo, cuando apenas cumplió los nueve, supo de la muerte de su padre. Entonces, en una ceremonia privada, escribió algo en un pedazo de papel, cavó un hoyo y enterró el papel en el jardín, bajo una densa capa de nieve. Era lo primero que escribía en su vida. Hoy, ese niño, ya convertido en hombre, se habrá pasado la vida entera garabateando miles de versos, en busca de la melodía perfecta, intentando recuperar aquellas palabras. En ese gesto simbólico podría rastrearse, quizás, la poética y el cancionero de Cohen: el sentimiento "de paraíso perdido que acompañaría toda su obra".
Y cuando joven, a los 16 años, leyera a Federico García Lorca, a través de la grieta abierta por esa influencia se colarían sus cuatro vectores cardinales: música, poesía, sexualidad y espiritualidad. Esas dos anécdotas fundacionales cita Sylvie Simmons en las primeras de las 700 páginas de Soy tu hombre, la excelente biografía de Leonard Cohen. Esas dos, y muchas más.
Canadiense de nacimiento, de antepasados judíos de clase media alta y con marcadas tendencias intelectuales, Cohen heredaría de ellos tanto su compromiso con el arte como con la religión. Y ahí están él y su estampa de hombre tímido, generoso, de "aspecto muy cuidado", que "escoge cuidadosamente las palabras", con un refinado gusto por "el hábito de la precisión" y el misterio, el sacrificio y el autocontrol, la austeridad, la soledad, la firme convicción de no ser ni sentirse una celebridad, de aires melancólicos, en tránsito constante por ese largo y sinuoso camino hacia la cura interior (no es autoayuda sino espiritualidad: basten cinco años en un monasterio zen para confirmarlo). Siempre resguardado por mujeres, de muchos y buenos amigos, viajero incansable (Grecia, Nueva York, Londres, Nashville, Los Ángeles, Montreal y más), autor de letras complejas y canciones límpidas que llegan al alma y suenan a himno o texto sagrado de música pop, cargados de sutileza, discreción y genialidad.
Sylvie Simmons cita a Virginia Woolf y dice: "Una biografía se considera completa si da cuenta meramente de seis o siete yoes, mientras que una persona puede tener miles de ellos". Simmons da cuenta acerca de los muchos Cohen que viven en un solo Cohen. Y lo hace de manera austera, con compromiso, cortesía y generosidad, como una más de las tantas mujeres que han rodeado a Cohen durante sus doce libros, sus doce discos, y una dulce y larga y agitada vida. © LA GACETA
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