Música y letras 1: Pablo Ramos y Los Tipitos

Hoy inauguramos nueva sección en el blog de la Pura: Música y letras, cómo los libros se relacionan con los discos y las canciones. Aquí va la primera entrega: 

Pablo Ramos, el padre y Los Tipitos

De Hamlet hacia acá, es incontable la cantidad de cuentos y novelas que toman al padre -y a la muerte del padre- como protagonista. Carta al padre, de Kafka, La invención de la soledad, de Paul Auster o El africano, de Jean-Marie Le Clézio. La hora sin sombra y los Cuentos de los años felices, de Osvaldo Soriano, Nadar de noche, de Juan Forn, No oyes ladrar los perros, de Rulfo, y El padre y otros relatos de Antonio Dal Masetto. Los ejemplos huelgan.

Pablo Ramos lo hizo en La ley de la ferocidad. Y lo escribió con las tripas, con brutalidad, buceando en los abismos de sí mismo, como quien se venga de sus propias aberraciones, con esa misma violencia oscura y frustrante -como toda violencia- que antes había profundizado Enrique Medina con Las tumbas y después Luis Mey en Las garras del niño inútil.

Los Tipitos le dedicaron una canción (homónima) en su disco de 2013, donde adaptan y homenajean a esa novela necesaria a modo de paráfrasis: “El cadáver de mi padre duro en una mesa / Él y la muerte que luce son igual a mí / La fianza de una herida que nunca nos deja / Y un rencor heredándome”.

Pablo Ramos, como si fuera poco, tiene una banda de música, donde él canta y toca la viola. Se llama Los Analfabetos. Un escritor que tiene una banda llamada Los Analfabetos. Pero esa es otra historia.

En este link, la canción:

https://www.youtube.com/watch?v=tDk5Y3qWWqA