La foto de la tapa otorga pistas de lo que contienen los surcos de Things We Lost in the Fire, de Low, también oriundos de la ciudad en la que se crió Dylan, Duluth, en Minnesota.
La música es minimalista al máximo, los tonos y la instrumentación son monocromáticos y los tempos de las canciones están desacelerados notoriamente. Esto último, una característica clave en Low, les hizo ganar el apodo de slowcore (algo así como "corazón lento") junto con grupos como Galaxie 500 y Codeine.
Para la altura del tercer LP, The Curtain Hits the Cats, parecía que la fórmula empezaba a perder brillo, pero en vez de abandonarla, decidieron perfeccionarla al máximo, y en este disco, del 2001, la llevaron a extremos insospechados.
La música es minimalista al máximo, los tonos y la instrumentación son monocromáticos y los tempos de las canciones están desacelerados notoriamente. Esto último, una característica clave en Low, les hizo ganar el apodo de slowcore (algo así como "corazón lento") junto con grupos como Galaxie 500 y Codeine.
Para la altura del tercer LP, The Curtain Hits the Cats, parecía que la fórmula empezaba a perder brillo, pero en vez de abandonarla, decidieron perfeccionarla al máximo, y en este disco, del 2001, la llevaron a extremos insospechados.
Lo vamos a escuchar entero esta semana, a las seis de la tarde, miércoles y sábado, como de costumbre. Los esperamos.
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