Por Hernán Carbonel
En Rockeado. La historia detrás de las canciones de tu vida, se anima a contar su pasión por el rock argentino: su "gran vicio" desde la adolescencia. Y la fascinación que han despertado en él las canciones, sus compositores y sus intérpretes (hasta el extremo de haberse perdido la fiesta de egresado de la escuela secundaria por ir a un recital).
Y allí aparecen entrevistados muchos de los grandes popes del género: Charly García, Zeta Bosio, Gustavo Cerati, Cuino Scornik (letrista de El Salmón y Caribe Sur, hitazos del rock argento), Sergio Rotman (Los Fabulosos Cadillacs), Javier Martínez (Manal), los hermanos Moura (Virus) y Juanchi Baleirón (Los Pericos), entre tantos otros.
Con un lenguaje oral, rockero, radial, que por momentos parece acorde al contenido pero que en otros pasajes resulta ingrato, excesivamente coloquial, el mismo Ciccioli planta su principio regidor: "Este libro no es una antología de nada. Más bien se trata de un simple capricho: cerrar una larga historia de pequeñas historias entre mi devoción por el rock y muchos de los artistas que fueron parte fundamental de mi vida".
Los temas, según quienes los aborden (sea Ciccioli o sus entrevistados), giran en torno a la creación, el mercado discográfico, los comienzos del género en la Argentina, la influencia del registro en Sadaic a la hora de titular una canción, las herencias de la dictadura en la cultura nacional, el desenfreno de los 80, la ruptura de los 90 y los discos como objeto antes de la aparición del MP3.
Resulta atractivo leer en Rockeado sobre las historias ocultas detrás de aquellas grandes canciones que día a día son coreadas por miles de personas; revelaciones de los propios músicos, intimidades que -ellos mismos alegan- nunca habían contado; y ver cómo las canciones trascienden sus propias barreras y se vuelven populares, se asimilan al -como bien demarcó Charly García- inconsciente colectivo.
Ciccioli se confiesa más cercano a Cerati y Soda Stéreo que a Solari y sus ricoteros (brava discusión que separó aguas en la escena de los 80 y los 90), aunque considera que las canciones de los Redondos, reunidas en un compilado, "podrían convertirse en la mejor banda de sonido para tomar cualquier Casa de Gobierno: música para revoluciones".
Es que en Rockeado se hace presente una disyuntiva contemporánea: la del rock como agente contracultural o -su antítesis- como producto de mercado. Daffunchio (vocalista y guitarrista de Las Pelotas) se queda -obviamente- con la primera opción: "las guitarras son nuestras ametralladoras". O como bien dice Juanse (guitarrista y vocalista de Los Ratones Paranoicos): "Las canciones vencen cualquier prejuicio". © LA GACETA
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