Junto con McCoy Tyner es probablemente el pianista de jazz más importante de todos los tiempos influyendo de manera directa en gente como Herbie Hancock, Chick Corea o Keith Jarrett. En su momento fue víctima de ciertas críticas que lo acusaban de carecer del swing necesario para tocar jazz, algo que se basaba (probablemente) en que su estilo tiene más cercanía con la música clásica moderna de Debussy o el impresionismo de Ravel que con el jazz derivado de la música afro-americana.
El disco de esta semana en De Punta a Punta es Moonbeams, de 1962 y da por tierra con esa afirmación casi de inmediato. Por empezar suena completamente moderno, seductor y adelantado a su tiempo. Grabado inmediatamente después de la muerte de su bajista y fiel amigo Scott LaFaro, es una reacción directa, hay melancolía en cada surco y empieza con una composición dedicada a su ladero: “Re: Person I Know” (Remitente: la persona que conocí) que tiene que ver con la música que había hecho Evans en sus tiempos con Miles Davis. También tiene una excelente versión del estándar “Stairway to the Stars” y “It Might As Well Be Spring” que fué uno de los temas que tocó hasta sus últimos días.
El formato esta vez es un trío: Evans al piano, Chuck Israels en lugar de LaFaro y Paul Motian en batería, logrando momentos de entendimiento mutuo dignos de admiración, cediendo espacios y tocando lo justo y necesario, logrando un particular balance entre sutileza y calidez.
Lo vamos a escuchar en De Punta a Punta, como siempre, Miércoles y Sábado a las seis de la tarde.
Lista de temas
01. Re: Person I Knew
02. Polka Dots and Moonbeams
03. I Fall in Love Too Easily
04. Stairway to the Stars
05. If You Could See Me Now
06. It Might as Well Be Spring
07. In Love in Vain
08. Very Early
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