Case siempre será recordado por su primer banda, los Plimsouls, que, según dicen los que tuvieron el privilegio, era la mejor banda en vivo de toda la zona de Los Angeles a fines de los setenta y principios de los ochenta. Como muchas de las bandas que ardieron con un fuego demasiado abrasador, los Plimsouls implotaron dejando un legado discográfico relativamente escaso: dos LPs de estudio y un buen puñado de simples. Ahora se reunieron pero esa historia la dejamos para la próxima.
Pero basta de Plimsouls y hablemos de su carrera solista, porque el elegido de esta semana es su cuarto larga duración, Sings Like Hell, un continuador del notable golpe de timón que empezó con su primer trabajo homónimo, a mediados de los ochenta. El tipo recupera la tradición de los últimos cincuenta años de música popular con una categoría y naturalidad digna de asombro. Puede sonar como un blusero moderno al estilo Robert Johnson y en el siguiente tema hacer un folk dylanesco que haría morir de envidia a Gene Clark. Peter Case viajó a dedo en su adolescencia, inspirado por la generación beatnik de Ginsberg y Kerouak y esas vivencias se reflejan en sus letras, muy sentidas y profundas, sin abandonar jamás la sencillez que hace falta para salir adelante con hidalguía.
Sings Like Hell, que podría traducirse como “canta como los dioses” o “se canta todo”, aparece justo después de un breve coqueteo con la fama, con un paso fallido por un sello enorme que lo quiso convertir en una estrella y de ser elogiado por gigantes como Springsteen, en el año 1993 y editado por el propio Case.
Lo vamos a escuchar esta semana en De Punta a Punta, los Miércoles y Sábados a las seis de la tarde.
1 comentario:
Peter Case no solo canta como el demonio sino que se dio el lujo de desplazar del ranking a uno de los grupos más pecho frío de todos los tiempos: Coldpchest, digo... Coldplay
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