Harry Nilsson siempre fue un tipo raro. Pero un excéntrico muy productivo, sin dudas. Desde su primer LP, el mágico Pandemonium Shadow Show, en el ’67, cuando era apenas un adolescente a este, del ’73 sacó casi diez discos de estudio. En el medio hizo música de películas, canciones para niños, rock, pop y hasta hizo un álbum entero con canciones de Randy Newman cuando este último era apenas un rumor entre gente muy “enterada”.
Amigote de los Beatles desde el principio de su carrera, compartió con ellos varias aventuras y excesos y hasta se dió el gusto de hacer un disco entero codo a codo con Lennon, el excelente Pussy Cats, del ’74.
Muchísimo antes que Linda Rondstadt y a casi tres décadas de que Rod Stewart pusiera de moda este concepto, Nilsson contrató los servicios del arreglador y director de orquesta de Sinatra, nada menos que Gordon Jenkins, para hacer este disco de standards, A Little Touch of Schmilsson in the Night, interpretando temas de Bob Cole, Joseph McCarty e Irving Berlin, entre otros.
El título de la placa responde a un juego de palabras con su apellido y la palabra “schmaltz” que es un término alemán para designar algo excesivamente sentimental y edulcorado. Nilsson se auto-boicoteaba desde la portada misma de su disco.
Lo vamos a escuchar entero, en De Punta a Punta, miércoles y sábado a las seis de la tarde, como de costumbre, por La Pura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario