Por supuesto que descienden de un linaje muy fuerte, que es casi garantía de éxito. Es ese rock cavernícola y descarado de los Troggs y los primeros Yardbirds, los de Clapton, antes de Beck y Jimmy Page. Es una línea que se extiende hasta Jon Spencer y los Cramps.
De la misma manera que muchos de los grupos que adoran, como los Kinks o los Stones de los sesenta, los Greenhornes son de esas bandas medio pandilla, que se conocen del secundario, que tienen códigos internos, que hablan en lenguaje cifrado para que no los entiendan los periodistas pero que tienen la desgracia de haber nacido en un siglo en que a pocos les importa todavía esta música. No importa; no necesitamos que venga nadie a decirnos qué escuchar y qué no hoy en día.
Para Dual Mono, el tercer larga duración, habían recibido el visto bueno de el Rey de Midas de nuestros días, de Jack White de los White Stripes, lo que les permitió un poco más de exposición mediática y un presupuesto mayor a la hora de grabar. No bajan el nivel de agresividad ni le sacan corrosión a las guitarras pero en este disco se permiten “aflojarse” un poco en algunos temas y mostrar un lado sutil que antes no había aparecido, como en “Three Faint Calls” o en el puente instrumental de “Hard Times”. En definitiva; un disco de rock moderno con todas las letras. Rock bien entendido, firme y fiel a una tradición pero con los pies bien afirmados en la tierra, mirando claramente al presente.
Lo vamos a escuchar este miércoles y el sábado, las seis de la tarde, en De Punta a Punta.
2 comentarios:
Compro... el sábado no me lo pierdo!
Y? Garpó?
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