Este es uno de esos discos que demuestran lo importantes que son los sellos discográficos. Albert King había grabado mucho durante la década del sesenta sin lograr demasiados resultados. Firma con el mítico sello Stax, que le pone como banda de acompañamiento a los legendarios Booker T. & the MG’s y cambia para siempre la vida de este maestro del blues eléctrico. Y casi podríamos decir que la historia de la música popular del siglo veinte también. Sin este disco no existiría Eric Clapton o, mejor dicho, su manera de tocar y por ende todo el blues británico de fines de los sesenta y principios de los setenta, con Savoy Brown, los primeros Fleetwood Mac o Chicken Shack.
Albert King es autodidacta, aprendió cuando era muy chico (escuchando la radio, un detalle no menor) y encima es zurdo y -a diferencia de la mayoría- no invierte las cuerdas de su instrumento. Eso le da un sonido completamente propio, una manera de estirar las cuerdas especial, muy difícil de imitar para los diestros.
Un rápido vistazo por la lista de temas de Born Under a Bad Sign aúlla “clásico” a los cuatro vientos, con el tema que da nombre al álbum a la cabeza, “Kansas City” de la genial dupla formada por Lieber y Stoller o “As the Years Go Passing By”. Pero incluso los temas más desconocidos y menos versionados tienen un nivel admirable, como “Personal Manager”, lento y sugerente o “The Hunter”, una joyita que lleva la firma de todos los MG’s.
Lo vamos a escuchar el miércoles y sábado, en De Punta a Punta, a las seis de la tarde, como de costumbre.
Un rápido vistazo por la lista de temas de Born Under a Bad Sign aúlla “clásico” a los cuatro vientos, con el tema que da nombre al álbum a la cabeza, “Kansas City” de la genial dupla formada por Lieber y Stoller o “As the Years Go Passing By”. Pero incluso los temas más desconocidos y menos versionados tienen un nivel admirable, como “Personal Manager”, lento y sugerente o “The Hunter”, una joyita que lleva la firma de todos los MG’s.
Lo vamos a escuchar el miércoles y sábado, en De Punta a Punta, a las seis de la tarde, como de costumbre.
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